Por comodidad o por vicio, muchas veces los conductores terminan conduciendo con una mano, que suele ser la izquierda, o con las dos pero colocadas de mala manera. La mayoría piensa que la posición más correcta para tener un completo control del vehículo es situando las dos manos entre el lateral y la parte de arriba del volante, es decir, formando un ángulo como las agujas de un reloj marcando las '10 o las 2'.